Ciertamente, peregrinar es maravilloso -comenzó diciendo-. Las tierras de Dios son vastas hasta el infinito; sólo cuando uno se pone en camino puede apreciarse esta realidad. Los hombres somos seres de ida y vuelta. ¿Qué es la vida sino una peregrinación que empieza en el nacimiento y culmina con el retorno al Señor de todos los mundos?. Sánchez Adalid. El mozárabe. Ediciones B.
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